Herreros estuvo en la Codorniz desde el principio, en los años 40, con Miguel Mihura; siguió con el cambio de Álvaro de la Iglesia y se convirtió en el portadista oficial de la "revista más audaz para el lector más inteligente". Con el tiempo, en una Codorniz de 1976, vemos que Herreros sigue siendo un eco del pasado, fiel a la revista a la que tantos años se entregó.
Más pintor casi que humorista, se le ha comparado muchas veces con el expresionismo, con Gutierrez Solana y con Goya, y todo esto nunca ha estado tan claro como en este ejemplo que ponemos aquí, en el que hace homenaje al maestro de Fuendetodos
Los "caprichudos" han sido partidos en dos viñetas independientes pues el tamaño físico de la Codorniz era demasiado para mi pobre scanner, espero que lo disfruten.